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El Día de Júpiter

TRUJILLO ES UN TESORO: LAS TIERRAS ALTAS

Francisco González Cruz

 

Trujillo tiene otro de sus tesoros en sus tierras altas, que son las que están arriba de los 1.500 metros sobre el nivel del mar y están conformadas por las altas montañas, los valles altos y los páramos.

El paisaje es dominado por las gigantescas moles andinas y los profundos valles de una geografía imponente, que a veces se suaviza en los fecundos valles glaciares o peri glaciares.

Al este están las serranías de Calderas y del Rosario, al centro la Cordillera de Trujillo y al oeste la Sierra de la Culata. Desde estas inmensas elevaciones se desprenden cientos de serranías, la mayoría coronadas por páramos: Juan Martín y la Estrella; Durí y Las Porqueras; los Torres y El Tomón;Tuñame, el Pajarito y Visún; El Tostao, Chorro Blanco y Cabimbú; el Riecito y Ortiz; Guaramacal y Agua Fría; Río Negro y Caracoles; el Juviote y Miquía, Cendé y Agua de Obispos, por citar algunos.

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Son los reinos de la neblina y de los bosques húmedos de intricada foresta. También de chirivitales donde la exagerada pendiente o el frío y la ventisca no dejan sostener plantas más altas. Y arriba del frailejón, el coloradito, los alisares,  el abrojo y otras especias adaptadas el frío intenso.

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Donde se suavizan las faldas o se entienden los valles se encuentran los sembradíos para que la gente del campo coseche alimentos que van luego a alimentar a Venezuela. En siembras de tempero o con el riego que llevan de nacientes y quebradas, se producen hortalizas, papas, fresas, moras, duraznos, tomate de árbol, flores, arvejas y muchos  otros rubros.

 

Trujillo es el primero productor nacional de remolacha, de repollo y de lechuga, de fresa. También es importante en papa, zanahoria, brócoli, ajo porro y otras treinta variedades de hortalizas. Antes, cuando Venezuela no era petrolera y no era fácil importar, aquí se producía trigo y en todas estas partes se veían los molinos produciendo harina. Y se producía  avena, cebada y garbanzos.6977069

Los pueblos de las zonas altas son pequeños, de blancas casas pegadas unas a otras como para darse calor. O aldeas aquí y allá, o casas esparcidas con las finquitas. Y sus  Lugares serenos. La gente es trabajadora y no sabe de frío o calor, de lluvia o sol, porque las sementeras no esperan.

Todo el paisaje resultante de las complejas relaciones entre las montañas y los ríos, el frío y las ventiscas, el poblamiento, las siembras, las casas y los caminos, los acogedores templos,  las costumbres impuestas por el calendario y las creencias, es espléndido, conmovedor, admirable. Es una síntesis que cautiva y es bueno para el sano turismo, el que busca sosiego.

Y así como en Mérida – según las premoniciones de Don Tulio – sus cinco águilas blancas levantarán el vuelo, aquí también la falta de cuidado nos está deteriorando estos tesoros. Preservar las tierras altas es un imperativo de todos.

 

FGC/febrero 2015

 

El Día de Júpiter 

TRUJILLO ES UN TESORO: PIEDEMONTES Y SERRANÍAS.

Francisco González Cruz

 

Los extensos piedemontes y las faldas de las serranías – donde reinan los bosques premontanos y montanos – que van desde más o menos los 500 metros sobre el nivel del mar hasta una franja variable que puede subir hasta los 1.500 metros, representan otro de los tesoros trujillanos. Climas agradables, vegetación variada y hermosa, agua abundante, tierras fértiles y lugares espléndidos.

Es la tierra del café y de la caña de azúcar, también de la piña y otros frutales; de los pueblos y ciudades; es la zona que define con mayor perfil a la identidad trujillana. Y es donde vive la mayoría de los habitantes de esta tierra consagrada a la Virgen de la Paz. En efecto,  aquí se encuentran los centros urbanos más poblados como Valera, Trujillo, San Rafael de Carvajal, Boconó, Escuque, Sabana Libre, Betijoque, Isnotú, El Alto, Carache, Cuicas, Chejendé, Mitón, Torococo, Bolivia, Santa Ana, San Rafael, San Miguel, Batatal, Campo Elías, Monte Carmelo, Mendoza Fría, La Mesa de Esnujaque, Jajó, La Quebrada Grande, Santiago, San Lázaro y muchos otros.

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Lo que fundamentalmente somos los trujillanos se conformó, diría quizás atrevidamente, entre la cultura del café y de la caña, pues los páramos y la tierra caliente son otra cosa. La primera, la del café, fue y es una maravilla. Un cultivo noble, ecológico, solidario, de pequeños agricultores que construyeron las mejores casas que existen en nuestra tierra, de amplios patios, numerosas habitaciones, cocinas generosas, gruesos tapiales y hermosos tejados. La finquita de café es un ambiente particular donde nunca hace frío ni calor, ni quema el sol, ni se pisa el suelo desnudo. Puso a Trujillo en el mapamundi y atrajo cientos de familias italianas que enriquecieron el patronímico trujillano, pues se integraron admirablemente. Sigue siento cafetalero nuestro Estado, el tercero en Venezuela luego de Lara y Portuguesa, con más de 22.000 hectáreas sembradas por más de 9.000 familias.

La caña de azúcar tuvo otro comportamiento. En diversas áreas, sobre todo en la Zona Baja, fue un cultivo de plantación, con explotación indirecta de la tierra y trabajo duro en las grandes y calurosas haciendas. Pero en estas tierras más frescas no fueron plantaciones, sino pequeñas fincas que arrimaban el dulce producto a los cientos de trapiches que existían casi siempre al lado de un río o una quebrada, para mover los molinos. Sin tener el excelente comportamiento social y ecológico del café, contribuyó a la expansión económica trujillana, al surgimiento de una incipiente integración agro-artesanal y al nacimiento de una cierta clase media urbana. Hoy el Estado Trujillo es el tercer productor nacional de caña, luego de Lara y Portuguesa, pero el segundo en número de productores, lo que algo dice del tamaño pequeño de las fincas: en café dos y media hectárea; en caña ocho y media. Los caficultores viven en sus fincas, las cañicultores en la ciudad.

A worker collects coffee beans at a farm in Cuatro Esquinas, on the outskirts of Diriamba some 32 km south from Managua, on January 17, 2013. Central America, one of main producers of the best Arabica Coffee, is analyzing to take measures to combat the Roya (Puccinia graminis) blight already threatening more than one third of the grain crop, one of the region's major export items.   AFP PHOTO/Hector RETAMAL

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Hay otros rubros muy importantes, como la piña, el cambur y el apio criollo que merecen la pena estudiarlos y potenciarlos, pero poner la mirada en el café y en la caña bien vale la pena para afincar en ellos proyectos de desarrollo humano sustentable para Trujillo. Invertir en ciencia y tecnología para conocer mejor estos cultivos y perfeccionar su productividad. Crear los incentivos para la creatividad y la innovación, de manera de encontrar nuevas ideas y emprendimientos que generen trabajo de gran valor agregado a partir de esos dos tesoros que en buena parte contribuyeron a crear la identidad trujillana.

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El Día de Júpiter

ZONA ECONÓMICA ESPECIAL “EL CENIZO – AGUA SANTA – LA CEIBA”

El potencial productivo que se concentra en la llamada Zona Baja trujillana, puede ser incentivado con la aplicación de los diversos incentivos que ofrece la creación de una “Zona Económica Especial”. Allí están parte de las mejores tierras productivas del país, cuenta con la infraestructura de riego de El Cenizo, con la Zona Industrial de Agua Santa y con el puerto de La Ceiba, entre otras fortalezas.
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La creación de una “Zona Económica Especial” (ZEE) es una medida que toma el Gobierno Nacional que consiste en  delimitar un territorio determinado y aplicarle una serie de incentivos que promuevan su desarrollo integral, la integración fronteriza, el desarrollo tecnológico, el aprovechamiento de determinados recursos estratégicos, la promoción de exportaciones y otros fines. Así existen las Zonas de Libre Comercio, Zonas de Exportaciones, Zonas Libres Turísticas o Tecnológicas, Parques Industriales, Puertos Libres, Zonas de Especiales para el Desarrollo Urbano, o para el Desarrollo Sustentable e incluso Zonas Especiales para la Seguridad Alimentaria, entre otras.azucar_la_ceiba_3

Recientemente el Gobierno Nacional decretó dos de estas ZEE, una  para Paraguaná y otra para el eje San Antonio – Ureña. Se han anunciado otras para Morón – Puerto Cabello y para la Faja Petrolífera del Orinoco. Allí se elaborarán sendos proyectos de desarrollo integral, se aplicarán incentivos para la inversión privada, se adelantarán obras de infraestructura, programas educativos y otras medidas.

 

Desde hace mucho tiempo se ha planteado un aplicar un esquema especial de desarrollo para la Zona Baja. Cuando se construyó la Zona Industrial se diseñó paralelamente la nueva ciudad de Agua Santa con el fin de que sirviera de apoyo urbanístico. Al reactivar el puerto de La Ceiba se planteó el plan ferrocarrilero para conectarlo con el Norte de Santander. En el año 2000 el entonces Vicepresidente Isaías Rodríguez puso a correr a todo el mundo porque se iba a reactivar la Zona Industrial. Lo mismo anunció luego otro Vicepresidente  Rafael Ramírez. De manera que esta es una idea que está rondando por allí pero que no se ha concretado

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Hoy que la seguridad alimentaria está en el primer plano quizás convenga poner de nuevo de relieve esta iniciativa con un enfoque más innovador. Destacar el potencial productivo agroalimentario de Trujillo, con la propia zona baja en primer plano (con eso a lo mejor se rescata el sistema de riego de El Cenizo), replantear la zona industrial de Agua Santa para el procesamiento industrial de alimentos (ya está allí el Matadero Industrial) y como base logística para la seguridad alimentaria nacional, el pPuertos-de-Venezuela.uerto de La Ceiba  para mejorarlo como entrada de rubros agroalimentarios y de insumos para las actividades agro productivas, la creación de incentivos especiales para la producción de determinados rubros con ventajas competitivas en esta extensa zona, la activación de las instituciones formativas de técnicos agropecuarios y otras medidas estratégicas en esta dirección.

Recorrer al estado Trujillo es un viaje por la diversidad. Cada  lugar es único e irrepetible. Incluso el mismo lugar, a distintas horas, es diferente. Los trujillanos  tenemos unas maravillas en sus paisajes, climas, centros poblados y en6833545090_de29fb5662_b sus múltiples panoramas. Y, por supuesto, en su gente. Solo hay que andar y andar por sus mil rutas para darse cuenta de la generosidad del creador con esta tierra de los Cuicas y Maria Santísima. Mirar con buenos ojos en todas las direcciones de un tapiz multicolor y de muchas formas, te lleva a la contemplación de una geografía entrañable.

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Los cuatro puntos cardinales son la referencia  desde donde se despliegan esta maravillas. Desde las cálidas costas del Lago de  Maracaibo al oeste hasta los fríos paramos de la Cordillera de Trujillo al este,   desde  las  áridas tierras norteñas hasta las húmedas del sur,   cada trozo del mosaico  trujillano se nos ofrece generoso para lo que decida la laboriosidad y el cuidado de

 

quienes lo habitamos.

Los extensos humedales de los bordes sur lacustres  – en lamentable retroceso – representan  un patrimonio maravilloso en sus compleja ecología, unos de los tesoros de la tierra. Allí la intensa vida de los microorganismos, la verdísima vegetación anfibia, las poblaciones de insectos, peces, reptiles, mamíferos, aves y otros seres vivos son la síntesis más densamente rica de la creación. Éramos ricos en
estos humedales y es necesario preservar los que nos quedan.

Las dilatadas llanuras desde el río Pocó al Sur hasta el Motatán  de los Negros al norte representan un valiosísimo recurso natural que con el buen trabajo de la gente puede producir alimentos para satisfacer las necesidades de la población venezolana y para exportar, pues allí hay más de trescientas mil hectáreas de suelos óptimos, con abundantes recursos de agua. En un mundo necesitado de alimentos este es un tesoro inapreciable.

Los extensos piedemontes  y las primeras faldas de las serranías – el bosque premontano y montano – eran los dominios del café y los frutales. La caficultura representa lo mejor de la cultura andina, pues aparte de ser un cultivo altamente ecológico genera una sociedad solidaria y emprendedora. Las malas políticas oficiales, junto a la broca y la roya, ha hecho todo lo posible por destruir esta actividad tan conveniente, sin embargo allí están las tierras, el clima y la gente esperando que el gobierno al menos no estorbe tanto.

Mas arriba están la tierra fría, una fecunda realidad que persiste heroicamente y cubre de mil tonalidades de verde la geografía de los valles altos. Otro tesoro social, económico y paisajístico de Trujillo. Y más arriba aún están los páramos que es el reino del frailejón, la papa y de las fresas. Y de las conmovedoras visuales de nuestra imponente91ac6d55-29d3-4e3c-8b43-4cc6324ca684 geografía.

Trujillo es un tesoro pero mucho de él aún hay que encontrarlo con buenos y desafiantes planes de desarrollo, con investigaciones serias sobre su realidad y sus potencialidades, con propuestas de calidad. Trujillo además del lugar de la paz , el bien más preciado que busca la humanidad, puede ser abastecedora segura y confiable de alimentos, para lo cual se requiere orientaciones claras sobre las estrategias a seguir.

En la sociedad del conocimiento la producción de alimentos orgánicos, ecológicos, sanos y de calidad puede ser una alternativa muy atractiva para avanzar en el buscado bienestar de los trujillanos, y en aquilatar su participación en el bienestar nacional y global. Esta geografía entrañable está destinada a ello. Solo falta que los trujillanos nos demos cuenta y nos pongamos en marcha.

FGC/enero 2015

El Día de Júpiter

LA MORENITA DEL TEPEYAC
Francisco González Cruz

“A Luis Enrique Marius”

“América Latina es el «¡continente de la esperanza»!, porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo que conjuguen tradición cristiana y progreso civil, justicia y equidad con reconciliación, desarrollo científico y tecnológico con sabiduría humana, sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora. Sólo es posible custodiar esa esperanza con grandes dosis de verdad y amor, fundamentos de toda la realidad, motores revolucionarios de auténtica vida nueva”.
Así se expresó el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada el pasado viernes 12 en la Basílica de San Pedro por la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Y agregó: “Por eso, nosotros, hoy aquí, podemos continuar alabando a Dios por las maravillas que ha obrado en la vida de los pueblos latinoamericanos. Dios, según su estilo, «ha ocultado estas cosas a sabios y entendidos, dándolas a conocer a los pequeños, a los humildes, a los sencillos de corazón». En las maravillas que ha realizado el Señor en María, Ella reconoce el estilo y el modo de actuar de su Hijo en la historia de la salvación. Trastocando los juicios mundanos, destruyendo los ídolos del poder, de la riqueza, del éxito a todo precio, denunciando la autosuficiencia, la soberbia y los mesianismos secularizados que alejan de Dios, el cántico mariano confiesa que Dios se complace en subvertir las ideologías y jerarquías mundanas”.
El Papa dice estas cosas por los profundos significados que tiene la “Morenita del Tepeyac”, pues ella se aparece un sábado decembrino de 1531 a un humilde indio llamado Juan Diego, le habla en náhuatl y para que quede el testimonio su imagen deja impresa en un tosco tejido hecho con fibras de maguey llamado ayate, usado por los indios para acarrear cosas y que pesar de su fragilidad y del tiempo se mantiene impecable. El cuadro es una obra maestra en belleza y en la síntesis cultural que representa.
La Guadalupe se muestra no a los poderosos de la época, ni habla latín o castellano, ni en un templo, ni con los elementos culturales del colonizador. Se presenta a un joven agricultor muy pobre de corazón noble, habla su idioma, escoge el cerro ceremonial del culto a la madre, está embarazada y como sabe de la incredulidad de los sabios, deja como testimonio sus flores y su figura imperecedera. Todo lo necesario para entender el sentido a la vez ecuménico y local de su mensaje.
Un detalle: en esa misa vaticana se canta la “Misa Criolla” de Ariel Ramírez, una maravillosa síntesis entre la solemnidad de los cantos religiosos y el folclore del altiplano andino. El Papa sabe el camino…y lo indica.

FGC/diciembre 2014

El Día de Jupiter

JAIME SORIANO
Francisco Gonzalez Cruz

No hay campo de la zona alta trujillana donde no conozcan al Dr. Soriano…y no hay campo trujillano que Jaime Soriano no conozca. De porte modesto, nadie adivina su enorme fortaleza; medio moreno y pelo negro bien cortado, siempre sonriente y siempre de kaki y calzando botas camperas. Fumando y tomado café. Llegaba a todas partes en su viejo Volkswagen o en el bien mantenido Toyota oficial.

Antes de trabajar en CORPOANDES lo hacia en el Ministerio de Agricultura y Cría, en un programa llamado «Subsidio Conservacionista» que consistía en prestar apoyo a los campesinos de las tierras altas para la conservación de suelos, aguas y bosques; en la introducción de mejores prácticas agrícolas que elevaran los rendimientos de las cosechas y, con ellos, el bienestar de la gente. Se despedraban y destronconaban las parcelas y con las piedras se hacían andenes. Un trabajo que Soriano junto a sus técnicos y familias campesinas hacían con particular pasión.

En CORPOANDES se acunaba el programa Valles Altos, que consistía en dotar de riego por aspersión a las mismas zonas que atendía el Subsidio Conservacionista. Además de otras obras de infraestructura como acceso vehicular a la parcela, asistencia técnica, cooperación para el desarrollo social, atender el mercadeo de los productos y otros asuntos relacionados con el desarrollo rural integral.

Un aporte metodológico importante fue la experiencia del programa de «Pequeñas Unidades de Desarrollo Rural» de México, pero la verdadera sinergia que potenció ese programa de Valles Altos fue la incorporación de Soriano y su experiencia en el MAC junto a profesionales y técnicos provenientes del INCE, del IAN, de la Gobernación y de la propia Corporación, en un serio ejemplo de integración institucional, que entregaron su vocación por el desarrollo de nuestras zonas altas. Allí están los resultados del programa más exitoso de todo el país. Incluso reconocidos por los mejores expertos en estos temas, que al principio dudaron de sus bondades.

Claro, la visión y los recursos que aportaron la Gobernación de Trujillo y CORPOANDES en manos de dos líderes como José Jesus ((Chuchi) Muchacho y Jacob Senior, respectivamente, fueron decisivos. Luego los otros gobernantes continuaron su apoyo hasta que en mala hora en CORPOANDES eliminaron el programa.

Me tocó armar y dirigir los equipos, pero Soriano liderizó no solo el trabajo de campo, sino gran parte de la visión estratégica de los trabajos, como por ejemplo la selección de los lugares a beneficiar, siempre bajo estrictas exigencias que incluían la solicitud de los agricultores, su compromiso con trabajar junto a los técnicos, aprender al mantenimiento de las obras, constituir los comités de riego y otros compromisos. Los campesinos eran los primeros entusiastas y vencieron las sospechas de los expertos de Caracas que creían que ellos no podían, junto a técnicos locales, construir obras hidráulicas de calidad. Jaime fue el héroe silencioso de ese épico esfuerzo.

Una vez me comentó la socióloga Laura Perez Carmona admirada sobre el impacto causado por este Programa en los campos trujillanos, que introdujeron la modernidad con la cultura del riego sin perjudicar las ancestrales tradiciones de solidaridad. Claro, fue un trabajo de equipo, pero esto tuvo que ver con los conocimientos técnicos del Dr, Soriano, con su sabiduría y su humildad, que algo tendrán que ver la sangre de los Quechuas que corre por sus venas.

Hoy Jaime sigue entregado a la producción hortícola y dedicado a su admirable familia que fundó con su esposa Esperanza y que ha fecundado en hijos y nietos. Y a fumar y tomar café.

FGC/ noviembre 2014

El Día de Júpiter

TIEMPO DE ADVIENTO
Francisco Gonzalez Cruz

Tiempo de Adviento es tiempo de preparación para la buena nueva, para la gran noticia de la llegada de quien trae el mensaje de la nueva era. Son los días que corren en espera del mensaje de la esperanza y de novedosas realidades. Los libros sagrados, los sabios y los profetas lo habían anunciado desde tiempos muy remotos. Los astrólogos ya se movían impacientes e incluso emprendían largos viajes hacia donde aparecería el nuevo guía, el líder, el mesías.

Esperaban un rey, una persona poderosa y fuerte. Muchos esperaban un líder con fortuna, ejércitos y palacios. Alguien muy importante. Un personaje con mayor jerarquía que todos los anteriores. Un hombre de enorme poder que movilizaría la liberación y los llevaría a un mundo nuevo mucho mejor.

Un poco antes un hombre extraño recorría los lugares diciendo que el tiempo había llegado. Era una persona de aspecto muy lejano al que tenían en mente. Era sencillo y austero. De palabra grave. De seriedad profunda. Esperaban un heraldo de alto porte, digno de una rica y poderosa corte y apareció un señor menesteroso de severo porte. Y este hombree que vestía con una gastada túnica y se sostenía con un rústico cayado, era el encargado de avisarle a la gente de la llegada del Hombre.

Y en efecto llegó y por supuesto no lo creyeron. Una familia de artesanos se fueron al pueblo de Belén a buscar un lugar donde quedarse. Su casa era en Nazareth pero venían a cumplir la orden romana de censarse y al no conseguir posada, a Maria la hija de Marta y a su esposo José el carpintero les tocó quedarse en un establo, junto con los animales. Y vino el parto y aquel niño nacido entre el pasto era el Hombre. Pocos lo creyeron. Solo unos humildes pastores y los astrólogos que habían seguido las señales.

La buena nueva llegó, anunciada previamente y muy pocos se dieron cuenta que había llegado. Esperaban otra cosa distinta, no está débil e inocente criatura, hijo de unos pobres de solemnidad. Hoy a tres mil años en el mundo entero se celebra aquel nacimiento. Por que ese hecho que en su momento pasó desapercibido cambio el mundo.

FGC/diciembre 2014.

El Día de Júpiter
DAVID ALIZO
Francisco González Cruz
El pasado viernes 8 de noviembre se cumplieron seis años de la muerte de David Alizo, uno de los trujillanos más cultos, denso escritor de poemas, cuentos y novelas, diplomático y bohemio. Grato conversador. Había nacido en Escuque en el año de 1940, vivió en Valera y si no me equivoco estudió en el Liceo Rafael Rangel. Era muy amigo de Adriano González León y gracias a él lo conocí en tiempos de la República de Este, memorable peña de bohemios donde gobernaban Caupolicán Ovalles, el Chino Valera Mora, Ramón Palomares, Pepe Barroeta, Francisco Pérez Perdomo, Miyó Vestrini, Rafael Cadenas, Edmundo Aray, Mary Ferrero, Orlando Araujo y otros.
Ya ven que los trujillanos eran mayoría en esa república, lo que motivó a algunos de ellos inventar una reunión en Valera, coger para Cabimbú y pasar un domingo en La Quebrada Grande disfrutando de la retreta de la muy antigua “Filarmónica Rossini”. Memorable la fiesta en la Vega Arriba de Cabimbú en casa de Don Rafael González, su esposa La Gila y su hija Filiberta, quienes mataron un ovejo para la ocasión y montaron un baile con sus violines, cuatros, guitarras y mandolinas. Nos acompañaban Marlene Briceño y Aura Salas Pizani. Recuerdo a David, Caupolicán, Orlando, Miyó entre otros.
En el año 1978 David estaba en funciones diplomáticas en México y lo fui a buscar para que me abriera las puertas de la Secretaría (Ministerio) de Recursos Hidráulicos, pues estaba buscando información sobre los programas de desarrollo rural que allí adelantaban. Tiempos de Jacob Senior en CORPOANDES y Chuchi Muchacho en la Gobernación de Trujillo. Gracias a su gestión pasé varias semanas recorriendo varios lugares de ese país, acompañado de un ingeniero, conociendo los diversos proyectos y me pude detener para el conocimiento detallado del “Proyecto de Pequeñas Unidades de Desarrollo Rural” que nos sirvió de base para la formulación completa del famoso “Programa Valles Altos”, de tanto éxito en los Andes y en mala hora eliminado.
David Alizo era un gran intelectual, conocedor a fondo del mundo griego donde vivió varias veces, además de en París, Londres, Roma, Madrid, Nueva York y San Francisco. Entre sus obras publicadas están los libros de cuentos Quorum, Griterío y El rumor de los espejos. Ganó el premio de cuentos de El Nacional (1970) con “Yo no sé cuántas cervezas en una noche”. Escribió ensayos como “Saber de Grecia», «Aqueos y Troyanos», “El laurel de Apolo Pitio” y “Nuestros presidentes” que es un resumen de historia de Venezuela. También artículos para diarios y revistas. Entre las novelas están «La Segunda Memoria», “Esta vida del Diablo”, “Safo de mil amores” y la última producción que fue publicada tres meses antes de morir: “Nunca más Lili Marleen” que es un portento de novela que ha recibido muchos elogios de excelentes críticos literarios, entre ellos los trujillanos Alexis Berríos y Jorge Linares.
Su esposa Cesia Ziona Hirshbein es una prestigiosa ensayista y cuentista, profesora da la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, acaba de publicar con todo éxito “Sombras sobre la luna de Van Gogh””. A ella está dedicada esa última novela; también a Teodoro Petkoff y a Oswaldo Barreto…”y a los amigos valeranos de ayer y de hoy”.
FGC/noviembre 2014

El Día de Júpiter
AH RIGOR VENEZUELA
Francisco González Cruz
Hace años en mí postgrado en planificación del desarrollo regional y urbano recibí clases del Dr. Víctor Paz Estenssoro, quien había sido tres veces Presidente de Bolivia (luego lo fue por cuarta vez). Entre bromas medio trágicas nos decía que era partidario de Duvalier, el dictador de Haití, porque eso permitía que Bolivia no fuese el último en la lista de los países pobres. Hoy diría otra cosa pues en el índice de Prosperidad 2014 Bolivia está en el puesto 87 y Haití sigue muy abajo, en el 135, mientras entre uno y otro están Honduras y Venezuela.
Nunca se imaginó el gran estadista boliviano – ni este su discípulo – que un país próspero como Venezuela iría con el tiempo a disputar con Haití el puesto del país más pobre de América Latina. Por debajo de Ghana y Rwanda dos países africanos que uno los veía como ejemplos de atraso. Pero lo más grave es que sigue en picada, bajando nada más y nada menos que 22 lugares desde el año pasado. Y cualquiera con dos dedos de frente sabe, por sentido común, que las medidas que el gobierno viene tomado son peores cada día, como si esta gente le tuviera rabia a la nación venezolana.
Todos los indicadores muestran el grave deterioro de nuestro país: el Índice de Progreso Social, el de Libertad Económica, el de Democracia, el de Transparencia, de Innovación y el de Desarrollo Humano para citar algunos. Solo son altos los indicadores de inseguridad, homicidios, escasez, corrupción, narcotráfico y otros flagelos. Pero esta gente que nos gobierna es esclava de una ideología que por donde pasa deja ruina y opresión, todo en nombre de la lucha por la justicia. ¡Ah rigor Venezuela!
Así estamos, en la cola, mientras países modestos en recursos naturales como Costa Rica, Uruguay y Chile encabezan la lista de la prosperidad. No tienen petróleo, ni hierro, ni bauxita, ni diamantes, ni oro; tampoco grandes extensiones de tierras fértiles, ni las más hermosas playas. Tienen libertad, democracia y Estado de Derecho. Con eso es suficiente.
FGC/noviembre 2014

EL EXORCISMO
Francisco González Cruz
A Venezuela casi desde su nacimiento se le metieron unos demonios: digo “casi” porque los proyectos de Francisco de Miranda, Francisco Javier Ustáriz, Gabriel Ponte, Juan Germán Roscio, Fernando Peñalver, Francisco Javier Yánez, Simón Bolívar, Cristóbal Mendoza, Andrés Bello y otros intelectuales era un proyecto republicano, federal, descentralizado, que respetaba los derechos del hombre y la igualdad de todos ante la ley. Era un proyecto y un movimiento cívico y civil. La Constitución Federal de los Estados de Venezuela de 1811 así lo confirma.
Los demonios se alborotaron temprano – en 1812 – con la llamada “Reacción Realista” que obligó a la guerra. Una portentosa epopeya bélica que cubrió de sangre y llenó de ruina toda la naciente geografía nacional hasta mediados de 1821. Se armaron a la carrera diversos frentes militares y hombres y mujeres se cubrieron de gloria en diversos campos de batalla. Hasta vencer, sin alcanzar la paz.
La herencia militarista y caudillista, junto con el régimen centralista necesario para gobernar en guerra, deviene en la demanda de los próceres por el mando y por sus prerrogativas. Las guerras continúan hasta que entre 1959 y 1863 se produce la Guerra Federal en la que murieron más de 200.000 venezolanos, tantos como en la Guerra de Independencia. Luego de esta guerra continúan los gobiernos autoritarios hasta sumar, en los 203 años de la creación de la República, un total de 121 gobiernos autoritarios. En realidad hemos vivido solo 40 años de gobiernos democráticos civiles y electos en libertad, entre 1958 y 1999.
Los demonios del militarismo, el autoritarismo, el centralismo y la corrupción has dominado la historia de Venezuela. Estos engordaron para hacerse más fuertes y dominantes con el otro demonio: el rentismo petrolero.
Los resultados están a la vista. Un país lleno de riquezas y de gente buena con una pésima calidad de vida. Un país rico con la mayoría de su pobre. Y una oligarquía vinculada al Estado muy rica y poderosa.
La edad de piedra se acabó no porque se acabaron las piedras, como la época del rentismo petrolero se acabará no porque se acabe el petróleo. Se acabará porque nos tendremos que dar cuenta que ese no es el camino de la prosperidad. Entender que depender de la explotación petrolera que alimenta un estado gordo y pesado, casi inútil, con una población dependiente de un solo mandón y su grupito solo nos trae problemas de todo tipo.
Tendremos que tomar decisiones para entrar en una nueva institucionalidad con un Estado moderno y eficaz, una sociedad libre y educada, una economía centrada en miles de pequeñas, medianas y grandes empresas privadas que produzcan con eficiencia, un país moderno, libre ya de las ataduras del pasado – glorioso, como no – pero pasado.
Ruego a Dios que esta tremenda crisis que vivimos, tan extensa y profunda, nos exorcice de los cinco demonios que invadieron el alma nacional y nos libere hacia una sociedad civil y cívica, libre y democrática, productiva y trabajadora, descentralizada y honesta.

FGC/ octubre 2014